quinta-feira, 26 de junho de 2008

Texto de Arcádio Blasco

Este foi o texto que o meu amigo Arcádio Blasco escreveu para a minha exposição individual "Voltar a Marrocos", em 2001. Tive o privilégio de poder estar um mês no seu atelier e realizar alguns dos trabalhos para a exposição. Conheci-o, em 1998, num curso de escultura e murais ceramicos, em Coimbra e desde aí nunca mais perdemos contacto. A forma como "vejo" a cerâmica a muito devo a este querido mestre.


La cerámica ...
La cerámica, la manipulación de argillas, el fuego, componen una herencia ancestral soldada al nacer del pensamiento en el ser humano. Ya se há dicho: “los pueblos que no conocieron la cerámica no tienen historia”. Al margen del uso industrial; todavía hoy, presenta, la cerámica, una atracción, un interés irrefrenable por parte de muchos individuos de diferentes culturas; desde la porcelana má exquisita a las grandes tinajas de barro; desde las técnicas más primitivas, a las más sofisticadas. Seguramente el control del fuego fue un primer signo de inteligencia y dominio sobre el resto de los seres vivos.
A Sofia Beça le atrae el fuego, la manipulación de pastas, le oficio,y como persona inteligente y sensible, quiere sumergirse, penetrar en la cerámica com la pasión y tenacidad del neoconverso. El descubrir las posibilidades expresivas, latentes en esa transformación de la materia creando outra materia distinta y personal es emocionante siempre; si, además, com esse dominio, tratas de conformar un lenguaje para comunicar tus sentimientos a los demás, te va la vida en sea lucha y en ses dominio sobre unos materiales a los que intentas dar vida.
Su tenacidad en el trabajo de taller, su curiosidada y gozo por conocer los “misterios” que rodean el oficio, el comportamiento de los materiales, la irán dotando de un lenguaje proprio que ya está latente en sus ultimas producciones. Conocedora del esfuerzo que esos “secretos” habrá que extraerlos por el camino de la experiencia, está preparada y dispuesta a enfrentarse com cualquier dificultad y superarla.
Nace, com Sofia, una nueva esperanza en la gran familia de los ceramistas. Su aportación contribuirá, sin duda, a ampliar horizontes y alentar a los iniciados. Que es tarea de todos dejar una huella que sirva a los enamorados de la cerámica, de estimulo y confianza.


Arcadio Blasco
Mutxamiel, Enero 2001

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